Hay muchos estudios que afirman que leer libros buenafuente tiene multitud beneficios sobre la salud mental. Los estudios sugieren que las personas que mantienen su cerebro activo a través de la lectura o jugando a juegos que suponen un desafío mental, como el ajedrez, cuentan con dos veces y media menos probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que las que dedican su sus ratos libres a actividades no tan estimulantes. Los estudios han asegurado que estar mentalmente alerta tiene la capacidad de ralentizar el avance del la demencia y el Alzheimer, incluso evitarlos.
Los libros existen con el objetivo de abrirnos al mundo; con el objetivo de sacarnos de nuestro entorno y enseñarnos las vidas de otros ahí fuera. Algunos libros buenafuente cuentan con la facultad de transformar tu perspectiva y tu mente por completo. Además, cuanto más lees, más evolucionas tu vocabulario. Y cuanto más desarrollas tu léxico, mejor puedes manifestar tus propios pensamientos y sentimientos. El lenguaje humano es una herramienta impresionante con una gran cantidad de palabras que podemos utilizar con el propósito de expresarnos.
Una gran cantidad de libros hacen el planteamiento de un misterio que propone un reto para que los lectores lo resuelvan, lo que beneficia de cara a estimular su capacidad de análisis. Es apasionante leer un enigma e intentar solucionarlo uno mismo. Incluso si no lo resuelves, has practicado tu pensamiento crítico y analítico de la forma más agradable. Para seguir una trama debes memorizar mucho y eso es una beneficiosa costumbre para tu cerebro. Tienes que memorizar una serie de protagonistas, sus antecedentes, acciones, figuras en la trama, así como las distintas subtramas que forman la narración. En definitiva, no entenderás lo que lees si no memorizas determinados detalles mientras lees. Así que leer, mantiene en práctica la aptitud de memorización del cerebro.
Adicionalmente a mitigar tus niveles generales de stress, es posible que el tema acerca de lo que lees te provea de una enorme cantidad de calma y tranquilidad interior. Se ha demostrado que la lectura de textos espirituales, por ejemplo, disminuye la presión arterial. Los libros de autoayuda pueden ayudar a las personas a pelear con los trastornos del estado de ánimo. Sea cual sea el estado interior que busques obtener, es probable que exista un libros buenafuente que te ayude a conseguirlo.
Existe una inmensa diferencia entre estar viendo la tele de forma pasiva y leer activamente. Cuando lees, estás entrenando tu mente de cara a concentrarte en la nueva información y interiorizarla. Como ya hemos comentado, esto incentiva la aptitud de análisis y la memoria. Lo que significa que leer se traduce en un entrenamiento para el cerebro. En resumen, la lectura estimula el cerebro de cara a pensar y concentrarse.
Cuando se lee a los niños cuando son pequeños, se estimula de forma proactiva su cerebro, facilitándoles a ampliar su lenguaje. En el momento en que los niños amplían su léxico, tienden a obtener mejores resultados en las pruebas de inteligencia, lo que significa que leer a tus hijos es fundamental de cara a su avance intelectual.
Leer libros buenafuente, aunque sea un hobby solitario, suele llevar a la ampliación de tu círculo de amigos por medio de colectivos de lectura y otros colectivos de discusión. Contar con un grupo de amigos de verdad es una forma crucial de prevenir la vejez prematura, la depresión o la muerte.
La lectura no es tan solo una forma fantástica de echar el rato, sino que leer diariamente fomenta a ejercitar la memoria y a progresar tus capacidades de pensamiento crítico. Aunque eso se trata de algo que todo el mundo sabe. Es por eso que hemos analizado algunos datos sobre la lectura interesantes de los que apostamos que nunca has escuchado hablar.
¡Los tres libros más leídos del planeta son... El libro Rojo de Mao, Harry Potter y La Santa Biblia! ¿Conocías que los islandeses son los que más leen? Quizás influya el clima, o posiblemente les hayan educado para amar verdaderamente los libros. En todo caso, ¡Islandia gana!
¿Sabías que leer salva de la cárcel? Unos sociólogos de EEUU apoyan que los críos que han aprendido a leer a los ocho años cuentan con menos probabilidades de entrar a la cárcel en su futuro. Además, esos niños son menos proclives a tomar drogas o a descuidar la escuela. La palabra más larga consta de 189.819 letras: Sí, has leído bien: ¡ciento ochenta y nueve mil ochocientas deicinueve! Este es el número de letras contiene el apelativo completo de la titina, una proteína. Esta palabra es considerada como la más larga en cualquier idioma del planeta.
La velocidad media al leer de un hombre corriente es de 230 palabras por minuto. Esto significa unas dos páginas. Muy eficaz, ¿cierto? Pues no para los más listos. Napoleón, por ejemplo, podía leer a un ritmo de 2.000 palabras al minuto, y por otro lado Balzac podía acabar una pequeña novela ¡En sólo ½ hora! Otro hecho bastante curioso es que el hombre que dirigía las cervecerías Guinness en los años cincuenta acudió a una fiesta de tiro, lugar en el cual falló su disparo a un chorlito dorado. En su defensa, argumentó que era el pájaro de caza más veloz de toda Europa, aunque no fue capaz de encontrar un libro de referencia que lo afirmase. Debido a eso sacó el Guinness World Records. Después, en dos mil doce, una mujer invidente escribió un libro en un cuaderno de notas con bandas elásticas envueltas con el propósito de señalar las líneas. Su hijo le leía los capítulos con el propósito de que los editara, y más tarde los mandaba a los maquetistas.
En 1935, un general del USMC y ganador de la Medalla de Honor sacó un libro de gran éxito de ventas que relata cómo las guerras ocurren para enriquecer a las empresas.
"Struwwelpeter" es un cuento alemán y escrito para asustar a los niños para que se comporten adecuadamente. Por ejemplo, dicho libro tiene algunas narraciones como la de un niño que se niega a comerse la sopa y se marchita y muere, la de una chavala que juega con cerillas y se quema hasta fallecer, además de la de 2 chavales que se cachondean de alguien de piel oscura y acaban sumergidos en tinta como lección. ¿Sabías que el escritor de "El Gigante de Hierro", Ted Hughes, había hecho el libro para sus dos hijos, con la finalidad de ayudarles a explicar el fallecimiento por suicidio de su mamá en 1963? Los sustantivos colectivos que empleamos con el fin de referirnos a los animales (una manada de vacas, una manada de ciervos, etc.) provienen en la gran mayoría del Salterio de San Albano, escrito en mil cuatrocientos ochenta y seis.
Los libros hechos para colorear de adultos están siendo una gran tendencia y las empresas de libros luchan por satisfacer la demanda. Una gran cantidad de libros buenafuente se han utilizado con éxito con el propósito de mitigar el estrés, calmar la ansiedad y como ayuda para la rehabilitación de personas que se recuperan de accidentes cerebrovasculares. La gente debería practicar la lectura al menos cien libros buenafuente en sus e-Books para compensar el impacto medioambiental de los libros impresos. ¿Sabías que en el país francés se consideran los libros como "bien indispensable", tal y como podrían ser la electricidad, el pan y el agua?
Con tantas alternativas de libros buenafuente, cada lector puede dar con un libro que se amolde a sus necesidades. Pero esta gran de opciones también puede ser algo agobiante. ¿Cómo saber que libros buenafuente es más adecuado para mí?
Házte las siguientes preguntas: ¿Con qué estoy luchando actualmente? ¿Existe algo nuevo que haya llamado mi atención últimamente? ¿Hay alguna faceta de mí mismo que quiera mejorar en este momento? ¿Hay algún aspecto que me preocupa bastante? ¿Tengo algún reto por delante para el que debo prepararme? Investiga un poco y encuentra libros que suenen interesantes sobre esos asuntos. De este modo, leerás lo que necesitas, no lo que crees que debes leer. Algo muy a tener en cuenta también es prestar libros buenafuente a tus amigos y familiares. Esto puede parecer disparatado y superfluo, sin embargo si le prestas a la gente libros que piensas que les van a gustar, es posible que te devuelvan el favor cuando conozcan algo que se asemeje a tus gustos. Otras personas pueden percibirte de una manera distinta a la que tu mismo te ves, por lo que tendrán otro punto de vista sobre lo que te puede agradar. Lo mismo ocurre con la recomendación de libros buenafuente. Como escribo mucho acerca de libros, recibo usualmente correos electrónicos que me proponen cosas de cara a leer más adelante, lo que a menudo me avisa que existen libros que de otra manera no habría encontrado.
Busca en tu vivienda. Frecuentemente, los buenos libros se encuentran amontonando polvo en tu propia propia vivienda. Quizás te hayas olvidado de alguno, o alguien que vive contigo tiene un par de buenos libros. Además, buscando tu hogar puedes encontrar libros buenafuente para ti, que puedes leer, y ni siquiera te costará dinerito. Pregunta al bibliotecario o al vendedor de libros por algunos libros buenafuente destacados. Indudablemente estará encantado de guiarte.
Asegúrate de que el libro es adecuado para la edad. Por descontado, siempre está bien coger un libro para niños de vez en cuando, únicamente por divertirte. ¡Sin embargo aún así ten en mente que que da igual lo que el resto de ti, de tu estilo de libros o de lo que te gusta o quieres leer. Si quieres leerlo sólo tienes que cogerlo y disfrutarlo.
Los antiguos egipcios fueron la primera sociedad que usó "páginas", como tal. Lo llevaban a cabo hilando los tallos procedentes de planta de papiro y a continuación aplastando los tallos tejidos al golpearlos. De esta manera se creaba una "página" que, al ser pegada, se convertía en un pergamino. Este método se usó a lo largo de multitud de años y los griegos y romanos no tardaron en cogerla. Envolvían esmeradamente el pergamino alrededor de un gran trozo de madera con el propósito de poder guardarlo o trasladarlo y posteriormente lo desenrollaban, con el propósito de darle lectura en voz alta. Este método se utilizó hasta el siglo VIII de nuestra era. Un poco antes, en otro lugar del mundo, se comenzó a usar el pergamino, como la carne de ternera o de ciervo, ya que eran menos proclives a romperse y además había falta de papiro. El pergamino se trataba con álcali y luego era escrito con tinta.
Los griegos y los romanos también inventaron las tablillas de cera, que consistían en laminas de madera donde se les vertía cera, y que daban la posibilidad de grabar algo, quitarlo y reutilizarlo una y otra vez. Se dice que el primer libro escrito en papel se fabricó en China. Se fabricó utilizando moras, cáñamo, corteza e incluso pescado con la finalidad de formar una enorme pulpa, que se podía prensar y secar con el fin de crear el papel. Cada hoja de papel tenía prácticamente la envergadura de un periódico y era llamado "hoja". En cuanto la hoja se imprimía con tinta empleando bloques de impresión de madera, se llamaba "folio". ¡Ahora ya sabes el motivo por el qué en nuestra lengua también se le llama "folio" a las páginas de tus libros buenafuente favoritos!
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