Tumbarse con un buen libros que hacen llorar tiene la capacidad de llevarte a la magia de otros mundos lejos de las preocupaciones actuales, rebajando el stress. Un estudio realizado en 2009 por una Universidad de Brighton descubrió que leer libros que hacen llorar alrededor de solo 6 minutos es capaz de mitigar el estrés hasta en un 68%. El Dr. Lewis, un reputado neuropsicólogo cognitivo, afirmó al famoso periódico Telegraph: "Perderse en un libro es la máxima relajación. Esto es especialmente valioso en tiempos de inquietud económica, en los que todos buscamos una cierta dosis de entretenimiento". Un artículo correctamente redactado y sustancioso es capaz de tener el mismo efecto.
Las personas que son capaces de utilizar el lenguaje con habilidad además de con un gran vocabulario siempre han llamado la fascinación de los demás.
Leer de un escrito sustancial fomenta tu concentración por causa de requiere concentración para la lectura. Si jamás te concentras, no seguirás lo que estás leyendo. De hecho, leer es un remedio contra la obsesión que hay actualmente por la multitarea: redactar un e-mail mientras chateas por otro sitio, estar pendiente del teléfono, beber café y mirar las interacciones en tu Twitter. Este hábito entorpece la atención y dificulta el rendimiento; en realidad, se consigue hacer muy poco.
¿No es fabuloso que tengas la capacidad de irte a un mundo distinto por medio de un libro bien escrito sin que te cueste nada? Algunos libros que hacen llorar son costosos, aunque no es necesario comprarlos. Existen bibliotecas donde los libros que hacen llorar no cuestan nada y tiendas de libros de segunda mano en las que no cuestan casi nada, además de los materiales en línea donde puedes descargar libros que hacen llorar electrónicos gratuitos.
Leer es un hábito positivo que repercute en la salud durante toda la vida. Es parecido a hacer ejercicio o comer verduras. De hecho, las investigaciones han demostrado que la lectura a diario puede ampliar la esperanza de vida. Un análisis hecho con más de tres mil seiscientos hombres y mujeres mostró que los que practicaban la lectura usualmente vivían una media de 2 años más que los que no leían regularmente libros y artículos de prensa. Así mismo, el análisis afirmaba que quienes practicaban la lectura tres horas y media a la semana (30 minutos al día) tenían un veintitrés por ciento más de posibilidades de sobrevivir a aquellos que no leían frecuentemente. Así es. ¡La lectura de libros que hacen llorar te ayuda a ser más longevo! Básicamente, como la historia o el texto tiene una narrativa, nuestra mente necesita procesar la historia siguiendo un proceso lógico, conectando A con B con C. Este proceso estimula nuestra habilidad de concentración y incentiva nuestra aptitud de atención.
Leer ficción nos aporta algunas ventajas increíbles para la salud: Te hace más abierto de mente. Cuando estás leyendo ficción, sigues el relato de actores que son distintos a ti. La lectura sobre sus batallas, sus inquietudes y sus logros te permite conectar con personas distintos a tu persona y a tu cultura, abriéndote a la comprensión y dando valor a la validez de las personas de todos las clases. Los libros de ficción fomentan la mejora de las relaciones: Esta clase de libros pueden entenderse como "simuladores de realidad". Cuando leemos libros de ficción, observamos cómo protagonistas se desenvuelven en relaciones interpersonales complicadas. A posteriori seremos capaces de aplicar estas enseñanzas a nuestra vida cotidiana, evolucionándonos a nosotros mismos en este proceso.
¿Cuál es el principal propósito de la lectura? El fin principal de leer es enlazar las ideas de la historia con lo que ya conoces. Si no conoces mucho sobre un tema, la lectura te parecerá más complicado. Necesitarás más tiempo reunir conocimientos con los que conectar la nueva información. Aunque si lees acerca de algo de lo que ya tienes ciertos conocimientos, conectarás lo que vas leyendo con lo que ya conoces. Es en ese momento cuando ocurre algo especial: En el momento en que estés durmiendo esa misma noche, tu cerebro hará una reformulación de las conexiones entre las distintas ideas de tu cabeza.
Leer no es tan solo una forma fantástica de echar el rato, sino que la lectura diaria estimula a ejercitar la memoria y a incentivar tus capacidades de pensamiento crítico. Aunque eso es algo que todo el mundo conoce. Es por esto que hemos recopilado algunos datos relacionados con la lectura interesantes de los que apostamos que jamás has escuchado hablar.
Hay una palabra con la finalidad de describir la pasión por la fragancia de los libros con muchos años. ¡Sabemos que adoras el perfume de los libros antiguos! Cuentan con aroma a polvo y a bastante historia. Pues ahora podéis llamarlo de alguna forma. "Bibliosmia" es la palabra que probablemente has estado buscando toda tu vida. ¿Conocías que los nombres de los artistas no acostumbraban a ir escritos en las portadas de sus libros? Las portadas de los primeros libros ya impresos eran consideradas obras de arte. Estaban cubiertas con dibujos, cuero e hasta oro, motivo por el cuál no había espacio para el nombre del escritor.
Hay más de ciento veintinueve millones de libros, entre ellos los libros que hacen llorar. Según datos de Google, en 2010 había publicados casi 130 millones de libros. Obviamente, esa cantidad es mucho mayor hoy por hoy. Así que cuando pienses "Vaya, no encuentro un buen libros que hacen llorar para leer", que sepas que tienes bastante donde escoger.
El ritmo medio al leer de un hombre normal es de doscientos treinta palabras cada minuto. Esto significa unas 2 hojas. Muy eficaz, ¿verdad? Pues no para los más listos. Napoleón, por ejemplo, podía leer a una velocidad de dos mil palabras al minuto, y por otro lado Honoré de Balzac era capaz de terminar una pequeña novela ¡En tan sólo media hora! Otro hecho muy interesante es que la persona que administraba las cervecerías Guinness en los 50 fue a una fiesta de tiro, lugar en el cual falló el disparo a 1 chorlito dorado. En justificación, dijo que era el pájaro de caza más veloz de Europa, sin embargo no pudo hallar un libro de referencia que lo afirmase. Por eso inventó el Guinness World Records. Más adelante, en dos mil doce, una chica ciega escribió un libro en un cuaderno de notas con gomas elásticas envueltas con la finalidad de señalar las líneas. Su hijo se encargaba de leerle los capítulos con el objetivo de que los editara, y posteriormente los mandaba a los tipógrafos.
En mil novecientos treinta y cinco, un general del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos y ganador de la Medalla de Honor publicó un libro de gran éxito en ventas que describe cómo las guerras existen para enriquecer a las corporaciones.
Hay un libro titulado "Convirtiéndose en Batman: La posibilidad de ser un superheróe", publicado por un neurocientífico, en el que se desarolla con esmero cuánto necesitaría entrenar y adaptarse una persona promedio para ser en Batman. Más de 1000 libros de un costo incalculable desaparecieron de un convento en la cima de una montaña para la confusión de los monjes y la policía local, y a pesar de blindar las puertas de la biblioteca y sustituir sus llaves. Resultó que el culpable estaba usando un pasadizo secreto olvidado hace bastante tiempo y encontrado en los archivos públicos.
Los libros hechos para colorear de personas adultas son una gran tendencia y las librerías luchan por mantener la demanda. Múltiples libros que hacen llorar se han empleado con éxito con el propósito de reducir el estrés, mitigar la ansiedad y como ayuda de cara a la recuperación de personas que se recuperan de accidentes cerebrovasculares. La gente debería practicar la lectura al menos 100 libros que hacen llorar en sus libros electrónicos para contrarrestar el impacto al medioambiente de los libros con tinta. ¿Sabías que en Francia se consideran los libros como "bien básico", tal y como podrían ser la electricidad, el pan y el agua?
Demasiadas personas permiten que su lectura se guíe por el gusto de la gente; limitándose a las listas de libros que hacen llorar con mayores ventas o a la última moda editorial; o sólo desean leer los libros "adecuados". ¿Cuánta gente han visto como se frustraba su pasión por la lectura por intentar atiborrarse de los llamados clásicos? Como si en la literatura esos mal conocidos cómo clásicos fueran la cúspide del gusto por la lectura.
Házte las siguientes preguntas: ¿Con qué estoy luchando hoy en día? ¿Hay algo nuevo que haya llamado mi atención últimamente? ¿Hay algún aspecto de mi vida que desee mejorar en este momento? ¿Existe algo que me preocupe bastante? ¿Tengo algún desafío por delante para el cual tengo que prepararme? Indaga un poco y encuentra libros que suenen interesantes sobre esos temas. De esta manera, solo leerás lo que necesitas, no lo que crees que debes leer. Algo muy a tener en cuenta también es prestar libros que hacen llorar a tus amigos y familiares. Esto puede sonar disparatado y superfluo, sin embargo si le prestas a la gente libros que crees que les van a agradar, puede que te devuelvan el favor en el momento en que conozcan algo que se adapte a tus gustos. Otras personas pueden verte de una forma distinta a la que tú te ves, así que tendrán otra visión sobre lo que te puede agradar. Lo mismo ocurre con la recomendación de libros que hacen llorar. Como escribo mucho de libros, recibo habitualmente e-mails que me proponen cosas para leer a continuación, lo cual a menudo me hace saber de la existencia de libros que de otro modo no habría conseguido encontrar.
Mira en Internet: En esta etapa de comunidades globales de Internet elegir el libro adecuado es cuestión de un clic. Gracias a Internet, puedes conseguir muchos libros que coincidan con tus intereses. Por ejemplo, en nuestra web podrás hallar cientos de libros que hacen llorar distintos ya seleccionados. Otro muy buen consejo es preguntar por recomendaciones: Pide consejos a tus familiares y colegas. Lo más probable es que alguien de tu círculo pueda ser un aficionado a la lectura. Al tener gustos parecidos, podrás fiarte de sus opiniones. Al conocer tu personalidad y saben cuáles son tus intereses, tendrán una buena idea de aquello que te va a atraer. Yo por mi parte, lo práctico siempre. Por otra parte, si más de 1 persona te sugiere un libros que hacen llorar, búscalo. Seguro que es bueno.
Echa un vistazo a los estantes de la parte que te resulta de interés. Si visualizas algo que que te resulta de interés y te resulta atractivo, cógelo y lee la parte trasera del libro. Mira la parte trasera del libro o la solapa interna, donde se encuentre el resumen. Si te ha llamado la atención, lee la 1ª hoja aproximadamente. Si aún te llama la atención, muy posiblemente sea un buen libro para ti. Es posible que la historia, sea atractiva para ti, pero el estilo de escribir puede ser la clave de cara a disfrutarlo. Si te resulta interesante, llévatelo. Prosigue realizando esto hasta el momento en que tengas un par de libros que hacen llorar. Investiga las listas de libros recomendados de tus artistas favoritos. Es muy probable que te guste lo que te aconsejan. Haz esta lista en un lugar donde puedas verla, con el fin de que puedas continuar añadiendo a esta lista conforme que pasa el tiempo. Así puedes ver qué libros ya has leído, y qué libros que hacen llorar realmente deseas leer.
De forma previa a que existieran los libros que hacen llorar, existían los cuentos. Contar relatos era un acto que se hacía en comunidad: la narración de la vida cotidiana con la finalidad de transmitir una enseñanza, inculcar valores éticos o tan solo con el objetivo de entretener. Contar narraciones era una vía comunitaria de compartir la felicidad, manteniendo a raya la oscuridad o el peligro. Así es como surgieron los cuentos de hadas y de cómo la comunicación y la palabra hablada encontraron su poder.
Los romanos y los griegos también crearon las tablillas de cera, que consistían en laminas de madera recubiertos de cera, y que permitían grabar un mensaje, borrarlo y reutilizarlo tantas veces como se desease. Se dice que el primer libro escrito en papel se fabricó en China. Se hizo empleando cañamo, moras, corteza e incluso pescado con el fin de formar una gran pulpa, que luego se podía prensar y secar con el propósito de formar el papel. Cada hoja de papel era de aproximadamente la envergadura de un periódico y se conocí "hoja". En cuanto se imprimía la hoja con tinta utilizando bloques de impresión de madera, se conocía como "folio". ¡Ya conoces el motivo por el qué en nuestra lengua también se le dice "folio" a las páginas de tus libros que hacen llorar favoritos!
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