Si deseas ser un ser humano bien formado, capacitado para tener una conversación de diferentes temas, debes ser un lector. Y no es necesario que tu material de lectura tenga que ser de un asunto serio para que seas capaz de absorber determinadas pinceladas de información que quizás sean valioso algún día. Jamás he conocido a una persona muy aficionada a la lectura que no sea alguien interesante. Aunque si que me he cruzado con múltiples hombres y mujeres aburrido/as que está claro que jamás abren un libros que se mueven. Asimismo, cuantos más conocimientos tengas, mejor preparado estarás de cara a enfrentar muchos de los desafíos de la vida.
La lectura de libros que se mueven frecuentemente mejora las habilidades de escritura. Los hombres y mujeres que leen frecuentemente, en especial un libro bien escrito, obtienen varios estilos de escritura y son capaces de desarrollar un buen estilo al escribir, ya que se ven influenciados de forma subconsciente por él. Cuanto más practiques la lectura y cuanto mejor sea la calidad de lo que lees, más mejorará tu propia aptitud para escribir.
La lectura de libros que se mueven requiere concentración, algo que a menudo falta en nuestra sociedad. Sacar tiempo para leer entre quince y veinte minutos cada día es capaz de reforzar tu capacidad de concentración y, por otra parte, echarte una mano a aumentar tu productividad.
La mayoría de los lectores empedernidos pueden testimonio de ello: No existe nada como coger el sueño con un libros que se mueven en las manos. La lectura es como un somnífero, es relajante e induce al sueño, principalmente si estás cansado y estresado. La lectura no sólo te facilita a coger algo de sueño, sino que también fomenta la calidad general del mismo. Como es relajante y te ayuda a desestresarte, leer es capaz de llevarte a un sueño muy profundo y reparador.
La lectura es un hábito positivo que se refleja en la salud a lo largo de toda la vida. Es como hacer deporte o comer verduras. De hecho, los análisis han corroborado que leer a diario es capaz de incrementar la esperanza de años de vida. Un estudio realizado con más de 3.600 personas desveló que los que practicaban la lectura frecuentemente vivían una media de 2 años más que los que nunca leían regularmente libros y artículos de prensa. Así mismo, el estudio apoyaba que quienes practicaban la lectura 3,5 horas a la semana (30 minutos al día) tenían un 23% más de probabilidades de ser más longevos a los que nunca leían usualmente. Así es. ¡Leer libros que se mueven te ayuda a vivir mas tiempo! Básicamente, como el argumento o el libro posee una narrativa, nuestro cerebro tiene que procesar la historia siguiendo un proceso lógico, mediante la conexión de A con B con C. Este entrenamiento amplia nuestra habilidad de concentración y fomenta nuestra habilidad de atención.
Leer ficción nos proporciona algunos beneficios increíbles de cara a la salud: Te vuelve más abierto de mente. Cuando estás leyendo ficción, sigues la narración de actores que son diferentes a ti. Leer sobre sus luchas, sus pasiones y sus victorias te permite conectar con hombres y mujeres diferentes a tu persona y a tu cultura, dandote perspectiva para la comprensión y valorando la validez de los hombres y mujeres de todos las clases. Los libros de ficción mejoran las relaciones: Esta clase de libros pueden entenderse como "simuladores de realidad". Cuando leemos libros de ficción, observamos cómo personajes se desenvuelven en relaciones interpersonales díficiles. Luego seremos capaces de aplicar estas enseñanzas a nuestra vida diaria, evolucionándonos a nosotros mismos en este proceso.
¿Cuál es el principal objetivo de la lectura? El propósito principal de leer es enlazar las ideas de el relato con lo que ya conoces. Si no sabes mucho acerca de un tema, la lectura te parecerá más difícil. Necesitarás más tiempo acumular conocimientos con los que relacionar la nueva sabiduría. Pero si estás leyendo sobre algo de lo que ya tienes conocimientos, conectarás lo que vas leyendo con lo que ya conoces. Es en ese momento cuando ocurre algo especial: Cuando estés durmiendo esa misma noche, tu cerebro reformulará las conexiones entre las distintas ideas de tu cabeza.
Leer no es solo una forma extraordinaria de echar el rato, sino que leer diariamente propicia a ejercitar la memoria y a acrecentar tus habilidades de pensamiento crítico. Pero eso se trata de algo que todo el mundo conoce. Es por eso que hemos recopilado algunos hechos sobre la lectura interesantes de los cuales apostamos que jamás has oído hablar.
El primer libro hecho con máquina de escribir es "Las aventuras de Tom Sawyer". El artista Mark Twain seguramente tenía bastante tinta y mucha paciencia. ¿Conocías que el gobernante Theodore Roosevelt se leía 1 libro cada día? ¡Eso sí que es pasión por la lectura!
¿Sabías que leer salva de la cárcel? Unos sociólogos estadounidenses corroboran que los jóvenes que aprendieron a leer a los 8 años cuentan con menos posibilidades de entrar a la cárcel en su futuro. Asímismo, esos críos son menos dados a tomar drogas o a desatender la escuela. La palabra más larga consta de ciento ochenta y nueve mil ochocientas deicinueve caracteres: En efecto, has leído bien: ¡189.819! Este es el número de letras que tiene el nombre completo de una proteína llamada titina. Esta palabra es considerada como la más larga en cualquier lengua del planeta.
¿Conocías que el libro con más altura del planeta se compone de más de dos metros? Está en el Museo de Ámsterdam. Su altura es de unos seis con 4 pies, y cuenta con más de 3 pies de ancho. La lectura habitual te vuelve más empático: Los estudios han demostrado que adultos que leen habitualmente libros de libros que se mueven son más dados a contribuir en obras de caridad y voluntariado. Tal vez sea el momento de suplantar la frase "Haz el amor, no la guerra" por "Lee libros, no medios de comunicación". Existe una tradición islandesa llamada "Jólabókaflóð, en la que se cambian libros como regalo para Nochebuena y donde se está toda la noche leyéndolos y tomando chocolate.
Los libros infantiles tienen un cincuenta por ciento más de palabras inusuales que un programa medio de TV de máxima audiencia para personas adultas.
Existe un libro titulado "Convirtiéndose en Batman: La posibilidad de ser un superheróe", escrito por un científico especializado en neurociencia, en el que se detalla con detalle cuánto requeriría entrenar y adaptarse una persona promedio para ser en Batman. Más de 1000 libros de un coste incalculable fueron robadas de un convento en la cima de una montaña para el desconcierto de los monjes y la policía local, y a pesar de blindar las puertas de la biblioteca y sustituir sus cerraduras. Resultó que el ladrón estaba empleando un pasaje secreto olvidado hace bastante tiempo y hallado en los archivos públicos.
Existe un libro de 300 páginas conocido como "Gadsby" que fue realizado sin utilizar jamás la letra "e". El auténtico es francés, sin embargo hay más de 12 versiones en diferentes idiomas; hechas por traductores que también se las ingenieraon para componerlas sin usar la letra más común del alfabeto. Un libro llamado "Atlanta Nights" fue escrito por un grupo de escritores de ciencia ficción para que fuera deliberadamente malo como prueba de los incompetentes filtros de la empresa de libros "PublishAmerica". Incluía un capítulo que contaba con oraciones aleatorias hechas por ordenador además de 2 capítulos totalmente idénticos en palabras. La editorial lo aceptó.
No existen dudas de que la leer es algo crucial: inspira, educa, sirve para entretenerse y bastante más. Pero, con el gran número de libros que se mueven que se publican cada semana, ¿Cómo puede un lector (en especial alguien que se está iniciando en la lectura) tomar la mejor decisión de cuál escoger? Esta pregunta se me plantea a menudo, tanto por mi trabajo como bibliotecario como por el hecho de ser yo mismo una persona muy lectora. Entonces, ¿Cómo se elige lo que leer?
Házte estas preguntas: ¿Con qué estoy luchando actualmente? ¿Existe algo nuevo que haya llamado mi atención recientemente? ¿Existe alguna faceta de mí mismo que busque mejorar en este instante? ¿Hay algo que me preocupe mucho? ¿Tengo algún desafío por delante para el cual necesito prepararme? Indaga un poco y busca libros que suenen interesantes sobre esos asuntos. De esta manera, leerás lo que necesitas, no lo que crees que debes leer. Otra cosa muy a tener en cuenta también es prestar libros que se mueven a tus conocidos. Esto puede parecer contradictorio e irrelevante, pero si le das a la gente libros que piensas que les van a beneficiar, puede que te devuelvan el favor en el momento en que conozcan algo que se asemeje a tus gustos. Otras personas pueden percibirte de una forma distinta a la que tú te ves, así que tendrán otra visión acerca de lo que te puede gustar. Lo mismo pasa al recomendar libros que se mueven. Como escribo bastante acerca de libros, recibo habitualmente correos que me proponen cosas para leer más adelante, lo que a menudo me avisa que existen libros que de otra manera no habría conseguido encontrar.
Busca en tu hogar. Con frecuencia, los buenos libros están amontonando polvo en tu propia vivienda. Quizá te hayas olvidado de alguno, o alguna persona que está viviendo contigo tiene un par de excelentes libros. Además, registrando tu casa puedes hallar libros que se mueven para ti, que puedes leer, y no te costará dinerito. Pregunta al bibliotecario o al vendedor de libros por algunos libros que se mueven destacados. Con toda seguridad estará encantado de ayudarte.
Lleva tu propia lista de lectura siempre contigo, y cuando te aconsejen un libro, anótalo rápidamente y utilízalo como referencia una vez que que estés en la biblioteca o la tienda de libros. Esto te va a ayudar a no olvidarlos. Si te ha gustado el libro que has elegido, puede ser una buena directriz a la hora de conseguir otros libros que se mueven. Frecuentemente, si buscas el libro en un sitio web, te dará un listado de libros que se mueven que son afines. Por ejemplo, ve a la lista de el Marketplace de Amazon, busca alguno de tus libros que se mueven favoritos y desplázate hasta la parte llamada " Las personas que adquirieron este producto también compraron". Pero no te limites a esta sección. Prueba distintos libros, pues nunca sabes lo que puedes encontrar.
Los antiguos egipcios fueron la primera cultura que usó "páginas", como las entendemos ahora. Lo hacían tejiendo los tallos procedentes de planta de papiro y luego aplastando los tallos tejidos mediantes golpes. De esta forma se creaba una "hoja" que, al ser pegada, se transformaba en un pergamino. Esta herramienta se empleó a lo largo de cientos de años y los griegos y romanos no tardaron en hacerla suya. Envolvían esmeradamente el pergamino en torno a un enorme trozo de madera con la finalidad de poder almacenarlo o transportarlo y luego lo desenrollaban, con la finalidad de darle lectura en voz alta. Este método se empleó hasta el siglo diechiocho de nuestra era. Un poco antes, en otra parte del planeta, se empezó a dar uso al pergamino, como la piel de ciervo o de ternera, ya que eran menos propensas a que se rompieran y además había escasez de papiro. El pergamino era tratado con con álcali y luego era escrito con tinta.
En 1832 surgieron las primeras portadas de libros que se mueven. En Gran Bretaña y América, los libros que costaban un penique eran reediciones de historias de terror gótico. Sin embargo, no cualquiera podía permitirse £0.01 por libro, así que ciertos grupos de colegas se reunían con el objetivo de repartirse el coste y aprovechar juntos las góticas y ensangrentadas narraciones: ¡Fueron los pioneros de los clubes de lectura!
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