La lectura acerca de la vida y la etapa de personas que viven o vivieron en momentos diferentes a las tuyos es capaz de ayudarte a la comprensión y la relación con quienes son diferentes a ti. Es por esto que la lectura de libros que te hagan reflexionar frecuentemente fomenta bastante la empatía y el respeto. Un libro sobre relaciones homosexuales puede abrirte los ojos en caso de que seas heterosexual; un libro acerca de la vida de un africano que reside en París quizás sea también una auténtica revolución en tu cabeza.
Los hombres y mujeres que pueden utilizar el lenguaje con soltura además de con una amplia gama de léxico siempre han llamado la admiración de los demás.
La lectura de un libro sustancial mejora tu concentración ya que requiere concentración para la lectura. Si jamás te concentras, no continuarás lo que estás leyendo. De hecho, leer es una solución contra la obsesión que hay hoy día por hacer mil cosas a la vez: redactar un e-mail mientras chateas por otro sitio, estar pendiente del smartphone, beber café y echarle un ojo a las reacciones en tu Twitter. Este hábito divide la atención y hace más díficil la productividad; en realidad, se consigue hacer muy poco.
Además de reducir tus niveles generales de tensión, es posible que el tema acerca de lo que lees te aporte una inmensa cantidad de calma y tranquilidad interna. Se ha demostrado que leer escritos espirituales, por ejemplo, disminuye la presión arterial. Los libros de autoayuda pueden facilitar a las personas a luchar con los trastornos del estado anímico. Sea cual sea el estado interior que busques conseguir, es probable que exista un libros que te hagan reflexionar que te ayude a lograrlo.
Existe una descomunal diferencia entre visualizar la TV de forma pasiva y la lectura activa. Cuando lees, estás entrenando tu mente de cara a concentrarte en el nuevo conocimiento y asimilarla. Como ya hemos dicho, esto acrecenta la capacidad para el análisis y la memoria. Lo que significa que leer se traduce en un entrenamiento para la mente. En resumen, leer estimula el cerebro de cara a pensar y concentrarse.
Las ventajas de la lectura de cara a la salud nunca son exagerados. La lectura libros que te hagan reflexionar da profundos beneficios para la salud mental y física. El simple hecho de leer un libros que te hagan reflexionar 30 minutos al día puede dar numerosas ventajas, como por ejemplo el decrecimiento de enfermedades: se ha corroborado que la lectura de libros que te hagan reflexionar es capaz de disminuir los síntomas de problemas mentales importantes, tales como los trastornos de pánico, la depresión y la ansiedad.
¿Cuál es el principal objetivo de la lectura? El objetivo principal de leer es conectar las ideas de la historia con aquello que ya conoces. Si no sabes mucho acerca de un tema, la lectura te será algo más complicado. Necesitarás más tiempo almacenar conocimientos con los que enlazar la nueva sabiduría. Aunque si lees sobre algo de lo que ya tienes ciertos conocimientos, conectarás lo que estás leyendo con lo que ya sabes. Es en ese momento cuando ocurre algo especial: Cuando estés durmiendo esa misma noche, tu cerebro hará una reformulación de las conexiones entre las diversas ideas de tu cabeza.
Leer no es tan solo una forma extraordinaria de pasar el tiempo, sino que leer diariamente fomenta a ejercitar la memoria y a reforzar tus aptitudes de pensamiento crítico. Sin embargo eso es algo que todo el mundo conoce. Es por esto que hemos analizado algunos apuntes sobre la lectura inusuales de los cuales apostamos que nunca has oído hablar.
El primer libro llevado a cabo con máquina de escribir es "Las aventuras de Tom Sawyer". El autor Mark Twain debía tener bastante tinta y bastante paciencia. ¿Sabías que el presidente Theodore Roosevelt leía 1 libro al día? ¡Esto sí que es dedicación a la lectura!
Tal y como pasa en la Biblioteca de "Juego de Tronos", en el pasado, el costo de los libros que te hagan reflexionar era tan alto, que las personas tenían que atar los libros a los estantes. Era una técnica para prevenir robos muy efectiva y se hacía mucho en el medievo.
La velocidad media de lectura de un hombre corriente es de 230 palabras al minuto. Esto equivale a unas dos páginas. Muy eficaz, ¿verdad? Pues no para los más inteligentes. Napoleón, por ejemplo, podía leer a una velocidad de 2.000 palabras por minuto, mientras que Honoré de Balzac podía terminar 1 pequeña novela ¡En sólo ½ hora! Otro hecho muy curioso es que el tipo que dirigía las cervecerías Guinness en los años 50 fue a una fiesta de tiro, donde falló su disparo a un chorlito dorado. Para justificarse, argumentó que era el ave de caza más rápida de toda Europa, pero no pudo encontrar un libro de referencia que lo confirmase. Motivo por el cual creó el Guinness World Records. A continuación, en 2012, una chica ciega escribió un libro en un cuaderno de notas con gomas elásticas envueltas con el propósito de señalar las líneas. El hijo se encargaba de leerle los capítulos para que los editara, y a continuación los mandaba a los maquetistas.
Una secuela no autorizada de los libros de Harry Potter se vendió en China: El libro trataba sobre "El Hobbit", pero con los pseudónimos cambiados a los actores de Harry Potter. El autor del libro "Eragon", Christopher Paolini, empezó a escribir el libro a los catorce años. Ocupó el ranking de los libros infantiles más solicitados del New York Times a lo largo de ciento veintiuna semanas.
El título del libro 20.000 leguas de viaje submarino alude a la distancia recorrida y no a la profundidad. veintemil leguas de profundidad harían que el capitán Nemo atravesara este planeta y el 15% de la distancia hasta la Luna.
En el antiguo Egipto, los libros que te hagan reflexionar que estaban en los navíos que llegaban a puerto se trasladaban en seguida a la biblioteca de Alejandría y se replicaban. El original se quedaba en la biblioteca y la copia se devolvía al propietario. Un hecho de interés para algunos fans del libro "A Clockwork Orange": Este libro tenía dos versiones distintas: una americana y otra europea, debido a que el editor estadounidense consideró que los americanos verían poco realista el hecho de que un delincuente se redimiera. El reputado Harry Houdini escribió un libro en 1909 titulado "Cómo hacer bien el mal" en en el cual exponía un gran número de los trucos de sus célebres escapes.
La elección de libros que te hagan reflexionar puede ser agobiante. Si eres como la mayoría de la gente, probablemente no tengas ningún tipo de estrategia para ello. Conoces que hay bastantes libros que te hagan reflexionar buenos y que tu tiempo es limitado, pero cómo saber cuáles merecen en realidad la pena? En la mayoría de los casos, no existe un razonamiento lógico. Lo más probable es que termines leyendo una mezcla algo random de libros, bastantes de ellos exclusivamente porque son famosos, que quizá ni siquiera los disfrutes. Con esta forma de pensar, es fácil que la lectura se transforme en algo tedioso y que te termines aburriendo del hecho general de leer.
Encuentra tu género preferido: ¿Ciencia ficción? ¿Miedo? ¿Suspense? ¿Historia? Necesitas encontrar el género que más se amolde a tu personalidad. A mí por ejemplo,, me gusta la Fantasía y, literalmente, soy incapaz aguantar los de miedo. De manera que, compra libros que te hagan reflexionar en en base a tus intereses. ¿Te molan algún deporte concreto? Compra un libro acerca de tu deportista favorito. Por otro lado, un tip buenísimo es la ley de los 5 dedos: Esto se suele aplicar a los niños. Pero también puedes hacerla si eres principiante y estés buscando el libro "ideal" para comenzar a leer. Coge el libro que quieres comenzar a leer y busca una página cerca de la mitad. Comienza a leerlo y sostén en alto un dedo por cada término que no conozcas. Si levantas cinco dedos antes de terminar la página, deja el libro, no es una buena alternativa en este momento. Este es un truco muy útil para los principiantes que quieren mejorar su interés por leer libros que te hagan reflexionar.
Busca en tu vivienda. Con frecuencia, los buenos libros se encuentran amontonando polvo en tu propia casa. Quizá te hayas olvidado de alguno, o alguien que vive contigo tiene un par de buenos libros. Por otra parte, escudriñando tu vivienda puedes conseguir libros que te hagan reflexionar para ti, que puedes leer, y ni siquiera te costará dinero. Pregunta al bibliotecario o al vendedor de libros por algunos libros que te hagan reflexionar destacados. Posiblemente estará encantado de guiarte.
Lleva tu propia lista de lectura siempre contigo, y en el momento en que te recomienden un libro, anótalo rápidamente y usálo como referencia una vez que que estés en la biblioteca o la tienda de libros. Esto te va a ayudar a no olvidarlos. Si te ha gustado el libro que has escogido, puede ser una buena indicación a la hora de encontrar otros libros que te hagan reflexionar. Frecuentemente, si buscas el libro en una web, te otorgará una lista de libros que te hagan reflexionar que son similares. Por ejemplo, ve a la lista de el Marketplace de Amazon, busca uno de tus libros que te hagan reflexionar preferidos y desplázate hasta la parte llamada " Los clientes que adquirieron este producto también compraron". Aunque no te limites a esta sección. Prueba diversos libros, pues jamás sabes lo que puedes hallar.
Antes de que existieran los libros que te hagan reflexionar, existían los cuentos. Contar cuentos era un acto que se hacía en comunidad: la narración de la vida cotidiana para enseñar un aprendizaje, inculcar valores o simplemente para entretener. Contar narraciones era una manera comunitaria de compartir la felicidad, manteniendo alejada la oscuridad o el peligro. Así es como comenzaron los cuentos sobre hadas y de cómo la comunicación y la palabra hablada encontraron su poder.
Tras la semilla que dejaron los griegos y los romanos, con el tiempo empezaron a aparecer libros de gran valor. Determinados libros tenían información muy trascendente o textos religiosos y otros narraban historias gloriosas, malvadas o maravillosas. El primer libro del que tenemos constancia es el poema de Gilgamesh: un relato mítico de un significativo personaje político de la historia.
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